Hace apenas un año que se caso con mi padre, un hombre mayor que usted, cuyo principal atractivo era su billetera llena, y su debilidad por usted. Se llevo una grata sorpresa al ver a su futuro hijastro por primera vez, en muchacho de poco menos de veinte años, que no sabia nada de discreción y que perdía los ojos cada vez que se cruzaban, recorriéndole, sin poder reprimirse con la mirada.
Ha llegado el verano y los tres nos hemos ido a la casa de la playa de la familia, mi padre ha tenido que volver a la ciudad a atender unos negocios, y amanece un día despejado, la casa esta en una cala pequeña pero bonita, perdida de todo, es raro que haya alguien mas que nosotros.
Lleva un bikini sugerente y sonríe cuando tras hacer un topless me veo obligado a ponerme boca abajo en la toalla.
Nos bañamos y jugamos un rato en el agua, yo procuro no acercar las manos a zonas que puedan excitarme, tu en cambio las llevas a sitios comprometidos “accidentalmente”
Salimos del agua y tras secarnos me pides que te lleve a caballo a casa accedo y me vas fustigando suavemente con tu abanico, notas con tu pie que mi excitación crece cuanto mas intenso es el golpe y se sonríe.
Llegamos a casa y me pongo a preparar algo de comer.
Voy un momento al baño y cuando entro la encuentro desnuda en el tiene las piernas muy abiertas y esta sentada en una banqueta, dudo unos segundos y dejo la habitación rojo como un pimiento, usted me llama “Javi, ven” dices en tono imperativo.
Obedezco y estas de pie furiosa, me abofeteas y caigo al suelo “¿por que has tardado tanto en cerrar la puerta pervertido de mierda?” me dices mientras me das una patada en la boca del estomago me arrastro por el suelo me agarras por el pelo mientras pido perdón una y mil veces y de un golpe contra la pared me dejas inconsciente.
Cuando despierto me estas cosiendo la herida que me he hecho estoy atado a tu cama la habitación esta en penumbra y hay un látigo una porra una bolsa y una media a los pies de la cama. Sonríes al ver mis ojos asustados.
“Al fin te has despertado perro” me dices en tono despreciativo. “¿Por qué me tienes atado a la cama Maria?” te digo con la voz débil. “para que no me des problemas” “no te los daré solo quiero irme a desayunar”
“Ah, pero esos no son mis planes niñato, a ver cuando entiendes que en esta casa mando yo” “¿y cuales son tus planes para mi?” pregunto mirándote a la cara” te pones de pie en la cama y me das una patada en la cara.
“A partir de hoy serás mi esclavo, obedecerás todas mis órdenes sin rechistar y ni se te ocurra volver a mirarme a la cara” “Desátame” te digo amenazante y me vuelves a dar una patada en la cara.
“ Creo que no entiendes cual es la situación perrito. Estoy harta de ver como me miras, y he decidido castigarte, se bueno y no sufrirás demasiado, pónmelo difícil y el infierno te parecerá un mal menor” Observas como mi excitación crece al oirte y sonries apoyas tus manos en el cabecero de la cama y pones tus pies uno a cada lado de mi cabeza te sientas sobre mi boca
“Aparta la braga y dame placer perro” dices imperante. Mi lengua aparta el molesto tanga y comienza a acariciarte al principio con dulzura y poco a poco con una pasión creciente que me somete a tus deseos.
Devoro tu coño hasta acabar trepando por su interior con mi lengua. Te corres y me empapas enterito te levantas y me miras “¿le haces esto a todas tus madrastras?” yo no respondo pero me relamo.
“Ahora voy a usar esta cosita tan dura que tienes aquí, voy a utilizarlo como si fuera un consolador y mas te vale que este duro como un consolador hasta que yo lo haya utilizado sino te castigare” la toma con su mano empuñándola, y lentamente se sienta sobre ella yo me retuerzo de placer.
Mientras me cabalga toma su media la pasa entorno a mi cuello y la anuda rápidamente, cuanto mas tira de la media mas aprieta la media mi cuello y mas difícil se hace respirar para mi, me cabalga y con cada vote aprieta un poquito mas el nudo. “basta….por favor….” Digo mientras intento soltar mis manos y aflojar la presión sobre mi cuello” tu me clavas las rodillas en los costados, “has traicionado a tu padre, has violado a tu madrastra convirtiéndola en una adultera, te equivocas si crees que ahora vas a poder librarte de un castigo dices entrecortadamente por los gemidos. “Muere perro, muere como lo que eres” dices mientras mi respiración se detiene y nos corremos juntos