Os cuento algunas fantasías me encantan por si queréis caer a mis pies, aunque estoy abierta a las
ideas que tengáis:
–Pene pequeño: Sí, tu coche corre más, tu equipo gana más títulos y tu polla es un poquito más grande que la media. Adivina cual de esas tres cosas es falsa. Has acertado. Porque no tienes coche, no te gusta el fútbol, pero lo que sí tienes es algo que no está a la altura. Tú lo sabes porque te la has comparado en el colegio, en el instituto, en los váteres de los bares de copas. Tu mirada de reojo te delata: la gente con la polla grande, gorda, venosa, dura, con el capullo reluciente… esa gente no mira a ver cómo la tienen los demás. Pero tú si. Porque tú.. tú has notado esa sonrisilla en la cara de las chicas cuando hablan del tamaño, del club de los tíos que apetecen porque sí, por probar a ver cómo se siente la boca llena de carne. Ese club al que nunca pertenecerás. Te mida lo que te mida, pichacorta.
– La colegiala caprichosa: soy una niña muy mala que me gusta manipular a los hombres. Te llevaré hasta donde quiera y te pondré al límite, y entonces no podrás negarme nada, ¿verdad?
– Ignorar: pagas sólo para verme lo que yo quiero que veas, ya es suficiente premio para alguien como tú. Me pondré como quiera, con la ropa que quiera y sin hacerte ni puto caso, ¿está claro?
– Dominación financiera: ¿te excita dar dinero a una Diosa como yo? Sabes que tu dinero queda mucho mejor sobre mi cuerpo perfecto. Te saquearé como a un cerdito. Hay quien piensa que los sumisos financieros son como los unicornios, seres mitológicos que aparecen milagrosamente bajo el arco iris. Yo conocí a uno y eso me vale para distinguir a quien lo es de verdad. No depende de cantidades ni mensualidades ni contratos: se trata del placer que siente entregando lo que tiene a alguien como yo, de otra manera inalcanzable para él. Al Verdadero Sumiso Financiero (VSF) le tiemblan un poquito las manos al teclear Paypal.com, siente un dulce vértigo al escribir el importe y una liberación al pulsar Enviar. Esos minutos que median entre que le pido el dinero y llega a mi cuenta son su paraíso, donde se colma esa pulsión tan fuerte y tan compleja, esa adicción a mí. Si tú también la sientes, ven. Sabré como tratarla, moldearla y disfrutarla. Sé hacer que desees más que nada dármelo, darme más cada día. Vas a hacerlo y, bueno, la pasta mola, pero estoy segura de que lo vas a disfrutar tú más que yo. Y si no eres un VSF no te preocupes, sabré qué hacer con tu dinero mucho mejor que tú.
– Fetichismo de pies: solo con adorar mis pies podrías correrte sin tocarte, perro. Disfruta de mis tacones, mis suelas… humíllate ante mí.
– Cornudo: me verás follar con un hombre de verdad y chupar una buena polla mientras te insulto y te humillo. Has vuelto a quedarte hasta tarde delante del ordenador meneándotela viendo vídeos guarros, ¿a que sí? Mientras, tu mujer está sola en la cama y no necesita ver nada para mojar las braguitas, le basta imaginar cómo se la folla un hombre de verdad, cómo se atraganta con una polla gorda de un tio que luego le abre el culo sin escrúpulos. A él no le dice que no, que eso duele, como te dijo a ti aquella vez que lo intentaste tímidamente. Ella es una loba con todos menos contigo y tal vez no lo sepas, pero ella me lo cuenta y nos reímos de ti, cornudo de mierda. ¿Quieres los detalles, verdad? Ven, ponte de rodillas y escucha.
– La webcamer: jaja, ¿te crees que voy a hacer una sesión normal para ti? La webcamer serás tú y tendrás que hacer todo lo que me apetezca para divertirme. Ponte algo sexy…
– Negación del orgasmo: voy a llevarte hasta el límite una y otra vez, hasta que tu polla gotee sola. ¡Pero no puedes correrte! ¡Ni se te ocurra! Tendrás los huevos hinchados hasta que me plazca, quizá un regalito me haga ablandarme…
– Interrogatorio: tú eres un pobre prisionero en mis manos, y te torturaré hasta que obtenga toda la información que deseo.
– La putita cornuda: imagina que fuese tu novia… sí sé que es mucho imaginar, ¡pero inténtalo! Claro, eres muy poca cosa para mí, así que me follo a todos los tíos que me parece. Un día, te atreves a echármelo en cara: ¿pero quién cojones te crees que eres? Ahora para perdonarte tendrás que humillarte como nunca: vas a tener que hacer que hacerte a ti mismo todo lo que el último hombre me hizo a mí. Te doy una pista: aún me duele el culo y la boca me sabe a lefa.
– Tortura genital: no hace falta explicar más. Voy a divertirme mucho viendo cómo te retuerces de dolor.
–Humillación: A ti no te resulta humillante hacer determinadas cosas: lo que te humilla de verdad es hacerlas cuándo y cómo yo quiera, hacerlas delante de mí, para mí. Verte a ti mismo rebajado a obedecerme, no ser tú quien lleve el mando de lo que ocurre. Ponerte en la postura en la que puedo tratarte con desprecio, ignorarte o ponerte una cam para ver cómo haces esa guarrada que no haces solo en tu casa porque así no tiene gracia. Quieres sentir cómo me divierto, cómo me río de ti, cómo me pongo incluso un poquito cachonda cuando consigo que te comportes como la puta zorra sucia que sabes que eres. Tu y yo, nadie más lo sabe. A no ser que quieras ponerte una máscara y hacer una sesión en cam4, o dejar que mis amigas te insulten por teléfono. Créeme: lo importante para sentirse humillado es la actitud del que está arriba. No humilla quien quiere, humilla quien puede. Y yo, puedo.
– Programa de feminización: conozco tus deseos más profundos… sé que quieres convertirte en mi putita. Llevar lencería rosa de guarra, vestirte de pornochacha, aprender a chupar pollas, a amar el sabor de la lefa… Yo seré tu hermana mayor, te enseñaré a ser una buena putita jaja.Vivas como vivas tu lado femenino, lo vamos a pasar bien. Tanto si te gustaba ponerte alguna faldita de tu hermana y aún recuerdas el olor del armario como si crees ser tan hetero que piensas que las braguitas son para quitarlas y no para ponérselas. Caso 1: Sólo una gran zorra como yo puede sacar a la zorrita que llevas dentro. Vamos a ser dos viciosas jugando con nuestros cuerpos sexys. Vale, mi cuerpo es más femenino que tu polla saliendo por el lado del tanga, sí. No importa, vas a disfrutar haciendo lo que más te gusta, satisfacer a quien manda y comerte alguna polla por el camino. Caso 2: dame tiempo, verás cómo tú también recorres ese camino hacia la sutileza y el encanto femenino. Aunque al principio haya que ponerte de rodillas y meterte algo bien gordo en la boca hasta que te atragantes, hasta que casi vomites, como las actrices porno esas con las que te gustaba pajearte. Ahora eres tú la que está de rodillas rodeada de todos esos hombres y, puta, como te está gustando.
– Lluvia dorada: serás mi puta taza del wáter.
–Castidad: ¡Qué bien me lo estoy pasando con una de mis perras! La muy puta fue un poco fresca y merecía un buen castigo, así que se enfundó el cinturón de castidad y he pasado un par de días jugando con ella jajaja.
Le he hecho ver mis videos y mis fotos mientras su polla intentaba ponerse dura en vano y sus huevos se hinchaban más y más hasta que se retorcía de dolor jajaja.
Mientras tenía este aparatito tan útil ha sido de lo más modosita, ya sabe que es mi puta y que solo puede zorrear conmigo. Además ha terminado suplicándome que le vaciarse los bolsillos… así que me ha tributado tres días seguidos… mmm estoy tan cachonda que incluso podría chupársela, con el cinturón puesto claro! Jajaja.
Me lo he pasado realmente bien torturando con este juguetito. Te atreves a ponerte uno y a someterte a mí?