1-Capitulo-1

No pretendo cambiar

Hace cosa de 5 años yo era un chico aparentemente normal, estaba casado y nuestra vida era de un matrimonio joven y activos, trabajaba de 5 de la mañana a 2 de la tarde, y mi pareja de 10 de la mañana a 20h, así que las tardes solía estar solo en casa, una tarde viendo una de esas series, me comencé a excitar, después de comer y medio dormido, y no se si seria por las piernas de la protagonista, pero casi sin querer comencé a tocarme, así que decidí quitarme el pantalón, y como a mi pareja le faltaban como 5h para terminar su jornada, me lance a masturbarme y relajarme, estando así me faltaba algo, recordé que ella se suele vestir muy sexy cuando quiere, cosa que últimamente no hacia, así que fui a su armario y comencé a mirar su ropa

Había vestidos cortos de lycra de distintos colores, faldas cortas, jersey de cuello alto o con escotes, así que decidí abrir también un cajón, y apareció su ropa interior, medias, tangas, bragas, sujetadores, bodys etc. Me puse a cien y no se porque tenia la necesidad de ponérmelo, no me lo pensé y lo hice, primero un tanga, después unas medias, un vestido de lycra encima un jersey de lana de cuello alto, también me había puesto un sujetador, y mi excitación ya estaba a tope, salí al salón y recordé que hacia años, con los 18 recién cumplidos y por curiosidad había estado en un local de sado una sola vez. pero eso me marco, me vino a la mente el numero, los tres primeros eran de delante a tras 321, y seguían el 69 al revés dos veces 9696, esto y el prefijo y si respondieron, además era la misma voz, a la que prometí que solo llamaría si estuviera vestido de mujer, esa chica me había usado y feminizádo el día que estuve, me hablo muy seca, intente hacerle recordar quien era, me dijo que eso no lo hacia yo solo y que se alegraba que estuviera vestida, comenzó a reírse, y su risa aun me excito mas, además se lo decía a sus compañeras, a la vez que se reían, yo como las motos, estando así escuche que la puerta se habría, pensé que era cosa de mi imaginación, nada mas lejos mi compañera se había encontrado mal por la regla y había salido mucho antes del trabajo, pillándome de lleno…

Me dijo de todo, menos bonito, desde maricón de mierda, mentiroso, que vas por la vida de hombre, y lo que eres, es un cerdo, todo el día trabajando para llegar a casa y encontrarme con esto, encima eres un mentiroso, con quien me he casado?

Estando así se dio cuenta que no había colgado el teléfono, de la impresión me había levantado de golpe del sofá, dejando tirado el auricular, ella lo cogió y me dijo encima con quien hablabas por teléfono, con alguna zorra, y se lo puso a la oreja, pensé que la otra persona había colgado, pero no fue así, mirándome a mi me dijo ni se te ocurra irte a cambiar de ropa, quédate así, de pie como un cerdo maricón que eres, y dijo al teléfono, Hola quien eres?…………

Se pusieron a hablar, no se que es lo que le diría la madame, lo cierto es que la tranquilizo mucho, cuándo colgó con un bueno espero conocernos, me miro y me dijo, te gusta ponerte braguitas? – Si conteste, y solo braguitas o vestirte entera de mujer?, me gusta hacer lo que me mandan, se río, así que eres como dice Sonia, un sumiso (Sonia es la Madame), creo, si, lo soy, y siguió, y hasta donde de sumiso?, no lo se, no lo he hecho mas que una vez, y fue con esa chica hace años, aun no te conocía, púes bien que te has acordado de ella y de su teléfono, agaché la cabeza y asentí, así que te gustaría seguir vistiéndote, te gustaría que te comprara yo ropa? y que te vistieras en casa para mi? y si yo fuera lo que ella llama tu ama? te gustaría?, Eso seria un sueño cielo, Bien, pues a partir de ahora nada de cielo, me dirás ama, siempre usaras bragas, así que saca todos tus calzoncillos del armario que ya no te harán falta, y mientras los tiro, piensa si quieres o no ser mi esclavo, eso si, ni se te ocurra cambiarte de ropa. (ASÍ COMENZÓ TODO)

2-Capitulo-2

Comienzos de Sumisión

………..Después de unas semanas que ella ya me había comprado ropa, y zapatos de tacón, y saliendo a la calle vestido de hombre, pero con mi ropa interior femenina, estando vestida totalmente en casa, cenando los dos, me dijo que si verdaderamente no tenia limites para ella, a lo que le dije nuevamente, no, no los tengo , estas segura? me dijo, si, contesto tras una pausa, muy bien, mañana vendrá a comer Martha, te acuerdas de ella? si, (fue testigo en nuestra boda por parte de ella,) Mañana vendrá a comer, tu vestirás de chico, claro (pero por dentro muy femenina) sujetador ligero, medias y unas bonitas bragas rojas.

Llego la comida, y yo estaba nervioso, no sabía que quería Silvia con Martha, aunque sabia que esta era Lesbiana, no creía que le fuera a contar nada de mi secreto. La comida fue normal, eso si muy discretamente era yo quien les servia a ellas y preparaba la mesa, ellas se reían y hablaron de todo, incluido de chicas y chicos, y salio la conversación de los carnavales y los disfraces, hablaron de otros años y de las fiestas que se corrían, incluso de ligues, Martha se quedaba un poco cortada al ver que yo no hacia ningún afán de ofenderme, ni de meterme en la conversación, como un marido al que se le deja de lado en la conversación, que es ofensiva a la hora de hablar de besos, metidas de mano y cama, por parte de mi mujer?% pero termino pasando de todo, y siguieron. Silvia le comento que este año quería que yo saliera vestida de mujer, se echo a reír Martha con una carcajada y le dijo, estaría monísima, jajá, Silvia le dijo, ya

se que no se le vera muy femenina, por que no lo es, pero con tu ayuda, podría lograr mucho no?, Martha se ofreció a depilarme ya que tiene un local de estética, y aparatos de cera, Silvia le recalco que me depilaría entera, ella afirmo rotunda, claro, las cosas o se hacen bien o no se hacen, así que quedaron para el día siguiente que Martha se traería todo a casa, y allí me depilaría, cuando se fue Martha a eso de las 22H, solo salir esta por la puerta, Silvia me miro, y me dijo, a que esperas para vestirte de putona?, me fui al cuarto y me vestí, con la ropa que me había dejado encima de la cama, unos pantys, de color negros, y opacos, que no se veía la piel de la pierna, me los puse encima de mis bragas tanga que eran blancas ese día, había un sujetador en la cama con pechos postizos aunque discretos, nada exagerados, me los puse, un vestido de lycra de color lila, además de ceñido, muy corto, un cinturón ancho como de cadena, con hebilla dorara, y los zapatos de salón como ella llamaba a aquellos que el tacón eran de unos 15 cm de altos y muy finos, como de aguja, salí al salón y me dijo, ahora ven que te maquillo, estuvo como una hora, y tras ponerme una peluca de larga melena, retocarla para terminar me dijo, – ahora coge la basura y tírala, me quede asombrado y le dije pero así vestido? claro.

Lo hice cogí la basura y salí al rellano de 4 puertas, pensé, como salga un vecino me muero de vergüenza, por suerte el ascensor no tardo mucho, entré en él, y baje a la planta, temblaba de nervios, si alguien me reconoce,¿que le podía decir?, salí a la calle y mire para el balcón nuestro, allí estaba Silvia fumando y mirándome, me dirigí a los contenedores que están a una manzana en la hacer de enfrente,, tire la bolsa, y casi corrí para el portal, cuando llame por el interfono Silvia me dijo, ahora subes andando, solo son tres plantas eso si, mueve el culo en cada escalón, mí temblor aumento, pero los fui subiendo, a medida que pasaba los rellanos daba gracias a que ningún vecino saliera, llegue, ella estaba con la puerta abierta, entramos cerro tras de ella y me dijo, muy bien putona, ahora te sientas en la silla que hablamos, al separar la silla de la mesa vi. que había un consolador, la mire a ella y me dijo, ah, si se me había olvidado, quiero que te sientes en el, me mando quitar las bragas, subir la falda, y tras untarme vaselina, me fui sentando poco a poco, ella se apoyo en mis hombros y me dijo, siempre te sientas así de despacio? no conteste, pues quiero que te sientes como siempre, y pegándome una parada en las piernas perdí el equilibrio con los zapatos de tacón de aguja, con los que no estaba acostumbrado, y me senté de golpe, el consolador entro entero, en mi ano, sentí dolor, a la vez que humillación, ella se rió se sentó frente a mi y hablo de nuevo de mis limitaciones, a lo que le volví a decir que solo ella las pondría, se rió, se levanto y se sentó en el sofá, me ordeno levantarme pero sujetándome el consolador dentro, se subió la falda y me dijo quiero que me relajes con tu lengua, arrodíllate en el suelo y comete mi pepita, mientras llamare a un amigo de trabajo que me pone mucho, así me correré antes, ¿Te importa? No mi ama le dije, se rió y llamo, La conversación fue entre amistosa y picante, por supuesto el compañero deduje que le pregunto si estaba sola, a lo que ella afirmo, y entonces ella puso el manos libres, para que yo escuchara todo, entre risas, y palabras con segundas intenciones, cada vez mas directas Silvia se corrió, y al decirle su amigo, que podían quedar un día para tomar algo, esta le dijo, pues no te digo que no…………….ya lo hablaremos, el le respondió, que estaría encantado, y mas si se viste como ella sabe de sexy, que le pone mucho, la contestación de Silvia fue que por supuesto, eso lo hago siempre que quedo, ja ja ja ja. Bueno.. nos vemos

Cuando colgó el teléfono, me apretó la cara contra su sexo y me dijo que metiera la lengua, mas,…mas… mas… y se corrió, me separo de ella, se levantó del sofá y se fue a la ducha, después encendió la tele y se puso de nuevo en el sofá, mientras yo seguía de rodillas, y ella pasando de mi. Me puse en pie después de un rato, me marche al cuarto, y ella me trato como si no estuviera…

Después de esto y tras pasar un par de días así, vistiéndome en casa como mujer, mas bien de la vida y haciendo todo lo que me ordenaba, tanto en limpieza como sexualmente, me dijo que la próxima semana vendría a comer Martha, pero que para cuando llegara el día yo tendría que tener ropa nueva, así que esa misma mañana iríamos de compras a un mercadillo.

Me puse delante de ella el tanga, con flores rojas y negras, encima las medias, de rejilla, el sujetador, (esta vez sin relleno), una camisa de hombre un pantalón tejano y zapatos, y así vestido Salí con ella a la calle, ella vestía unos lastres de color negro, por cierto sin ropa interior, ya que le gustaba que sus labios vaginales se le marcaran, un jersey de lana que era como un vestido de largo, de color verde oscuro, botas con tacón muy fino, y de color negros, de esas que pasan la rodilla y se doblan hacia, salimos los dos, eso si nada de ir de la mano me aclaro, no se porque tenia la sensación que todo el mundo lo sabia que mi ropa interior no era la normal de un hombre, pero intente no pensar en ello.

Ya en el mercadillo, y mirando puestos de ropa tras llenar la bolsa que yo llevaba de comida, nos paramos en un puesto de lencería, en el que ella miraba y tocaba tangas, sujetadores, faldas muy cortas, escogió una de lycra y me la puso delante por encina del pantalón como midiendo, la dependienta que no tendría mas de 20 años se reía, y yo con las manos ocupadas, no podía por menos que ponerme colorado, Silvia me pregunto si me gustaba, le dije que si a ella le gustaba a mi también, y la puso aparte, siguió con los tangas, y la dependienta le saco unos que hacia poco habían llegado y que eran de raso brillante de tonos suaves azules, rosas, y bragas del mismo genero, Silvia me miro y me dijo

– ¿Que prefieres tangas o bragas?

– me puse más colorado, y mire de reojo a la dependienta que volvió a sonreír, y esta añadió,

– Claro, que es a tu gusto, al fin y al cabo sois los hombres los que disfrutáis de vernos con esta ropita,

– Silvia la miro se rió y dijo, tu lo has dicho, los hombres, este no es así, este la usa. La dependienta se quedo de piedra, y yo más, pero con su sonrisa en la cara, reacciono diciendo,

– eso es que es sensible y tiene gusto, la ropa interior masculina es muy basta y poco sexy, aunque no se si a él le entrara todo en esto, y cogiendo un tanga, lo estiro, para enseñarlo bien,

– Silvia dijo, are que le entre, si no ya sabes, se pone para atrás y las dos rompieron a reír.

Tras comprar una docena de prendas entre sujetadores, bragas, tangas, medias, y faldas, continuamos caminando y se paro en un puesto de vestidos, y puso especial atención en unos de cuello de cisne, sin mangas, otros con mangas pero todos con cuello de cisne, cogiendo uno, sin descolgar lo pero como estirándolo, me dijo, estos son los que te irían bien para disimular tu falta de pechos, así te pondría los sujetadores con relleno, y quedarían bien tapados, tras preguntar el precio compro cuatro unos con mangas otros sin ella, unos largos, otros cortos, y de distintos colores, por supuesto uno rosa, también fuimos a una tienda de calzado especial, es decir de números grandes, donde entro sola haciéndome quedar en la puerta y no mirar dentro, salio con un paquete que me dijo haber encargado, y con todo nos dirigimos a casa, nada mas entrar, ella me mando quitarme la ropa de hombre, y quedarme solo con las medias, el tanga, y el sujetador, me fue haciendo probar los vestidos, y me dijo que algunos de ellos como eran ajustados se me notaba mucho el “Paquete” (así llamaba ella a mi sexo), pero que eso ya se solucionaría, me enseño el calzado que me había comprado, unas botas altas de charol, con un cordón que trenzaba desde el empeine del pie hasta el final de la bota por la altura del muslo, me las puso y las ato, tardo unos 15minutos en hacerlo, y así vestido estuve por casa por la tarde y sin mediar palabra, mientras ella miraba la televisión, me mando poner a cuatro patas delante de ella, y cogiendo un consolador sin decirme nada, lo unto en vaselina, me unto a mi, y me lo hundió en lo mas profundo de mi de un solo golpe, me cogió la mano y me dijo que lo mantuviera dentro, que lo metiera y sacara despacio, al cuarto de hora, me aparto la mano y lo saco de golpe, metiendo otro mas grande, y repitiendo la operación de cogerme la mano y decirme que lo moviera, se sentó a ver la televisión, sin mirarme, y yo al lado de ella en el suelo a cuatro patas, metiendo y sacándolo, ella me estuvo dilatando, como ella decía, con el tiempo esta operación se repetía casi a diario, me penetraba con cosas, o con objetos sexuales, como consoladores, y de los objetos que encontraba como pepinos, o zanahorias, que también usaba para estos menesteres, eso si después los desechaba.

3-Capitulo-3

La visita de trabajo…

Llegó el día esperado, en el que su amiga Martha venia a comer a casa, para entonces, yo ya dormía en otra habitación separado de ella y con ropa femenina todas las noches, tanga, medias y un camisón corto rosa o verde de seda, ella sabia que ese tejido me excitaba, aunque no dejaba que me tocara, se enfadaba mucho si lo hacia, yo pensé que quería que estuviera vestido de mujer delante de Martha, y mentalmente me había preparado, antes de vestirme, me mando masturbarme delante de ella, con la ropa de cama como ella dice, le dije que así de

pronto me era difícil, ella aparto mi tanga a un lado para que cayera mi pene y se vieran mis testículos después comenzó a hablarme de cosas que sabe que me ponen, como de ropa sexy, vestidos de lycra o charol, medias, botas con mucho tacón ,todo ello masturbándome, y mirándome a los ojos riéndose y me dijo, sigue tu solo, yo he de llamar por teléfono, y pensando en cosas seguí excitado, ella llamo, no se a quien, ya que salio de la habitación para llamar, pero entro de nuevo en ella hablando, deduje que era una de sus amigas llamada Monika, y le dijo así de golpe y riéndose,…

-Si tía, es fuerte, pero es cierto, está aquí en mi cama, sentado y pajeándose, y le sientan tan bien las medias…,

Y volvió a reírse a carcajada, esta vez mirándome a los ojos, y a la que pare me dijo,

-No pares y sigue masturbándote maricón, que mi amiga se esta partiendo el pecho de risa, ¿Monika? ¿quieres decirle algo?

-OK, lo veras pronto, jajaja, no te preocupes, eso si cuando quedemos ven sin bragas, ya las usa el…jajajaja,

Y colgó.

Yo me corrí al momento, pero ella no se conformo y me cogió mi sexo, y comenzó a masturbarme muy deprisa, una sensación de no poder aguantarme me inundo del todo, y sin querer y con su boca cerca de mi pene, comencé una nueva excitación, sin freno, ella a la vez cogió un consolador, me mando ponerme de pie sin parar de masturbarme, y lo apoyó en la cama mirando al techo, me mando sentarme en el, y entro en mi casi de golpe, puso en funcionamiento su vibrador, y me dijo que siguiera yo, continué, mientras ella sacaba de la caja una especie de vagina, y me decía que ya que desde el día que me pillo no iba a estar con chicas haciendo la función de hombre, que me había comprado aquella para que me ordeñara cuando ella me lo dijera, la unto de vaselina, y me la puso en mi polla erecta al máximo, de mas esta decir que me corrí de nuevo, aunque ella no paro, me “ordeño” como ella dice hasta 5 veces en total, decía que no quería que me excitara delante de su amiga Martha,

después de dejarme exhausto y tumbado en la cama, me dijo que me vistiera, yo creía que quería que me vistiera de mujer, pero no era así, quiso que mi ropa interior fuera femenina, pero exteriormente no, ya que su amiga había estado incluso en nuestra boda, fue madrina, y pensé que no quería que ella lo supiera, así que vestido de hombre, puse la mesa, cociné, y lo prepare todo.

Sonó el timbre y era ella, subió al piso, y tras saludar con dos besos a Silvia, y respirando muy fuerte, me dio otro a mi, (Martha es muy activa, así que subió andando) además vi, que cargaba con unas bolsas de deportes, grandes y pesadas que le recogí enseguida, nada mas entrar por la puerta, no imagine su contenido, pero pesaba mucho.

La comida transcurrió normal, eso si ellas no se levantaron de la mesa para nada, yo era el que les servia, y recogía, todo con un cierto aire de disimulo en lo que es mi sumisión, para que pareciera normal, al terminar los postres y los cafés, sentados los tres alrededor de la mesa, y saboreando unos pastelitos, Silvia le dijo a Martha que en estos carnavales me iba a disfrazar de mujer, que ya sabia que aun faltaban mas de 3 semanas, pero que quería que fuera mas que un disfraz, una transformación, así que contaba con ella para comenzar este cambio, y que comenzarían por el principio, quería que me depilara entero, a lo que ella con risas muy descarada acepto encantada, además añadió que cada día mas hombres se depilan, así que no es extraño, cuando terminaron las pastas y el café, y tras retirarlo, Silvia me miro y dijo.

– ¿A que esperas? desnúdate y túmbate en la mesa,

yo no sabia que hacer, Martha vería mi ropa interior, pero no tenia mas remedio, así que comencé a desnudarme, dio la casualidad que Martha estaba de espaldas a mi, hablando con Silvia cuando Silvia la interrumpió para decirme.

– No, la ropa interior te la dejas puesta.

Martha se da la vuelta me ve, y rompió en una carcajada, y dijo, mira que bien, si ya tiene las braguitas puestas, si dijo Silvia, así se va acostumbrando a ellas, y las dos se rieron.

Tras pasar esos momentos de vergüenza, y tumbarme en la mesa, Martha me señalo que primero mirara al techo, comenzó a sacar sus artilugios para calentar la cera, Cuando Silvia le dijo que las trajera, Martha pensó que seria para depilar a ella, y no a mi, que lógicamente tendría mucho mas trabajo, aunque Silvia se ofreció para ayudarle. Entre tirón y tirón, entre risa, y copas, fueron dejándome todo el cuerpo sin pelo, incluso las axilas y testículos a las que en ciertas partes tuvieron la delicadeza de hacérmelo con cuchillas, no sin notar algún que otro corte, por la sensibilidad de la piel.

Termine que todo el cuerpo me escocia, y me quedaba solo el pelo de la cabeza, cuando Silvia le dijo que por que no también me lo afeitara, así que quede solo con el pelo de las cejas, a las que Silvia dijo que mas tarde me las arreglaría, me mando a la ducha para que me quitara los restos de cera, y que notaba que en mi entrepierna aun estiraba de algún pelo cosa que debía arrancarlo para poder sacar esas pequeñas partes de cera. Al salir de la ducha, Silvia me había preparado junto con Martha toda la ropa encima de su cama, desde el tanga, el sujetador, las medias, los zapatos con tacón de aguja de 16 cm. un vestido de lycra, de color negro, muy corto, y completaba mi vestuario una peluca de melena larga y morena, lisa, que Silvia le había pedido que trajera a Martha, me vistieron entre risas y burlas, tocándome ambas por todos lados y diciéndome lo “mona” que estaba así vestida, para mi era muy vergonzoso, y mas delante de Martha y de Silvia, dos mujeres guapísimas y sexy.

Una vez terminada lo que ellas llamaron su obra de arte me mandaron mirarme al espejo, Martha añadió que se me notaba mucho el paquete, a lo que Silvia se agacho delante mío, me subió la falda, bajo mis medias y metió su mano, haciéndome pasar el pene hacia detrás, entre

las piernas, y como el tanga era pequeño, lo tiro hacia arriba por detrás de mi, haciendo que su tira se metiera en mi culo y tirando mi sexo hacia a tras, pase mas vergüenza que excitación, mejor dicho no me excite nada, a pesar de sus tocamientos, sentía mas vergüenza que otra cosa

subió las medias y bajo mi falda, y me dijo ahora mejor, se la he puesto como se la ponen los travestís, haber si así……. Y ciertamente se notaba menos, Martha me dijo que parecía una mujer, y que daría el pego en la calle, a lo que Silvia le decía que estaba segura de que no, que se me notaba que era un hombre, al final decidieron que saliera a la calle con ellas, pero al ver mi indecisión, Martha le dijo a Silvia que ya que era mi primera vez de salir feminizado que lo hiciera cuando fuera de noche, por eso que dicen que “de noche todos los gatos son pardos”, Silvia no estaba muy de acuerdo, pero accedió y añadió que entonces tendría que salir ella sola a la calle ya que no tenia tabaco, y sin mas agarro su bolso y salio por la puerta, antes de salir miro a Martha y le dijo, -se buena….. Y se rió de nuevo.

Martha me miraba alrededor de mí, mientras yo permanecía inmóvil, de pie en medio del salón, totalmente maquillado y vestido, no paro de mirarme por todos lados, incluso de tocarme el culo por encima de mi falda, y en un momento dado me dijo.

– Te gusta?

– Le conteste –A que te refieres?

– Que si te gusta estar así vestido?

– Bueno es un disfraz no?

– Estas seguro?, por que yo creo que es algo mas que un disfraz

– No se me da la sensación que en todo esta hay algo mas que un simple disfraz, dime la verdad

– Bueno…a Silvia le gusta humillarme, es como un juego para ella, y sabe que vestirme de mujer me humilla mucho

– Mira por donde, resultara que tu eres sumiso, y Silvia ama? Es eso lo que me estas diciendo?

– Si, (y agache la cabeza)

– Entonces no me puedes mentir no?

– No, y menos si visto así, con ropa de mujer, se lo jure a Silvia (conteste yo)

– Te gusta ser sumiso?

– Creo que le debo a Silvia el serlo, y creo que si, aunque esto es nuevo para mi

– Como comenzó todo? Como se dio cuenta ella que eras sumiso?

– Un día me pillo en casa vestido con sus ropas y le confesé todo, desde cuando, con quien, y no se el por que…

-Ja ja ja y estabas ese día excitado?

-Si, le hice sentirse engañada, que su vida era una mentira, una farsa para ocultar mi verdadero yo, así me lo hizo saber…

-Y cual es tu yo?

-No estoy seguro, pero a pesar de que estar así me hace sentir humillado, me siento bien, es una sensación rara entre excitación, humillación, vergüenza, y me resulto estimulante cuando me pillo en casa…

Pensó un tiempo a la vez que daba vueltas alrededor mío, hasta que me dijo

-Quiero que te inclines hacia delante y te apoyes en la mesa

No entendí a que se refería, creía que estaba hablándome como una amiga, y de repente……… sin decir mas me cogió de la nuca, me inclino hacia delante y me subió la falda por detrás, me bajo las medias y aparto el tanga, me dio a chupar dos dedos de su mano, cosa que hice instintivamente, y de golpe después de sacármelos de la boca, los metió en mi culo, diciéndome…

 

-Esto es lo que te gusta?

-Ya sabia que eras una maricona desde el día que te casaste, además se lo dije a Silvia en tu boda, por eso se lo monto en los WC del Restaurante con Carlos, y después te besó y tu sin darte cuenta de nada.

Tienes bien merecido verte así, por calzonazos y por engañarla, estoy segura que te han dado por culo mas de una vez, es así?

– No, bueno una vez fui con un travesti por probar….

– Jajajaja y te gusto, y por eso estas ahora así

– Es cierto lo de Silvia, lo que me estas contando?

– Supongo que ya te lo dirá ella

– Notas mis dedos?

– Si,

– Se dice si, mi ama

– Si mi ama, los noto

– Pues vete preparando esto es solo el principio, jajaja

Los saco de golpe, y me mando arreglarme la ropa, eso si antes quiso ver si me había excitado, miando mi sexo descaradamente, y vio que si, me dio un manotazo que hizo que mi media excitación cayera de golpe Silvia, agache la cabeza y le pedí perdón, estando así llego Silvia, fumando y me vio medio vestido, pregunto que había pasado, y Martha le dijo que habíamos tenido una conversación de mujer a mujer, Silvia me miro y se rió, y le dijo, por cierto, no se como llamarle aun, aunque tengo una idea, siempre me ha dicho que si Raquel, que es hija de un amigo de el, no fuera hija de este, le hubiera tirado los tejos, por que es guapísima, Tu te has de acordar Martha en la boda nuestra, aquella rubita tan guapa, como tu eres bis…,

Martha le cortó diciendo…

-No soy bis, soy Lesbiana total, y claro que me acuerdo de ella, estaba para comérsela entera.

-Pues le llamare a este maricón Raquel, en honor a ella, así se acordara de ella siempre que te llame, quieres?

-Agache la cabeza y asentí nuevamente, y las dos se rieron.

Martha aprovecho para decirle a Silvia que me había contado lo de los WC del convite de boda, a lo que Silvia se rió y añadió, y no veas lo gorda que la tenia, además se me salía el esperma de la boca, y cuando Salí arreglándome el vestido de novia miro para arriba y te vi. a ti, no me dio ni tiempo de limpiarme la boca, y pensé, me limpio en el, y te bese, te acuerdas Raquel?

Si, me acuerdo que me besaste, pero no sospechaste ni un poquito, agache nuevamente la cabeza y dije que no, que confiaba en ella 100%, lo se cielo me respondió. Aunque te lo cuento mas despacio mientras tomamos café, quieres Martha, si claro. A Raquel chica, le gustaba que le escribieran el nombre con K, así que diferenciare una de la otra con este detalle es decir….

Raquel = A la hija de su amigo

Raquel = sumiso trasvertido

Después de sentarnos los tres en el sofá y ponernos el café, Silvia comenzó a contar la historia para mi, increíble de nuestro día de boda, donde me entero que se lo monto con un amigo en los WC del restaurante donde habíamos hecho el convite, además lo dice como si fuera lo mas natural del mundo.

Y relato…

Cuando llegamos al convite, yo estaba como una nube, y no se, pero la copa de cava que nos dieron nada mas entrar me hizo como un efecto especial, me puso a cien, y mas si pensaba como iba vestida debajo de mi flamante vestido de novia, que si las medias el ligero, el corsette, etc, y allí todos mis amigos y los tuyos, y amigas guapísimas, como Raquel, Mónica, Montse, Martha, y que incluso me fije mucho en Verónica, tu prima, que estaba súper sexy, en fin que me entro un escalofrío que refrene, por respeto a ti, y me mantuve a tu lado, pero Carlos me echo una mirada como desafiante, morbosa, como si notara como estaba yo por dentro, entonces te cogí la cara te la gire y te bese, al terminar el beso, no pude resistir el mirarlo, y entonces sonreír yo, me entro un escalofrió por el cuerpo cuando me sonrió y con gestos me dijo luego veras…..

Para ese momento yo estaba ya excitada, y tu sin darte cuenta de nada, después vino el aperitivo, y estando tu por un lado y yo por otro hablando con amigas mías, al separarme de ellas, note una mano que se poso en mi culo, era él, me dijo,

-Pareces una perra en celo envuelta en papel de seda.

yo no había tenido nunca mas de tres palabras con el, es mas, pensaba que era tímido, sus palabras me dejaron bloqueada delante de todos, aunque nadie lo escucho, entonces se acerco Montse, y lo miró, y le dijo.

-Oye, que mi amiga esta casada, aunque si quieres…..yo no…pregunte a Montse, para romper esa tensión, que con quien había venido, y me contesto que con un amigo, pero que es gay declarado. Y ella siguió diciéndome al ver que el se marchaba.

-¿Quien es? Esta buenísimo…. Le conteste que era un amigo tuyo Raquel, y que era cierto, además se le marcaba un paquete de película…..nos echamos a reír las dos y se unió a nosotras, Mónica y otras mas, que no recuerdo, cambiamos de conversación y todo siguió hasta después del segundo plato.

Martha le dijo.

– Jo, a mi no me lo contaste con tanto detalle

Pues escúchalo ahora. Jajajajaja

Como es normal, mezcle las bebidas, que si cava al entrar, vino blanco, tinto después, y después mas cava, yo tenia un medio mareo que no veas, así que con la excusa que todas tenemos de ir al WC, le dije a Martha que me acompañara, y las dos cruzamos el salón de la mano, además en mitad de el me di la vuelta y te lance un beso, te acuerdas Raquel?

– Si me acuerdo, estabas guapísima, tu cara parecía iluminada, yo me quede en la mesa, hablando con tu madre…

 

Pues bajamos las escaleras hacia el WC, y note como un tirón en una media, se lo dije a Martha, que se agacho y me subió un poco la falda, para ver que era, y entonces apareció Carlos, estábamos riéndonos por la posición que estábamos nosotras, Martha de rodillas, y yo con la falda subida, escuche que decía una voz de hombre…

-¿Por qué no le subes mas la falda por si es de mas arriba? Y siguió, hay se me había olvidado que es la novia, y siempre os hacéis las tímidas en este día.

Yo no se por que , si por el alcohol, o por mi calentura, le dije que bajara, y que lo mirara el, perdió menos de un segundo para estar delante mio, yo aun con la falda subida, Martha ya de pie pero separada de mi, y el pegado a mi pecho, metió su mano hasta llegar a mi coñito, por encima de mi tanga de raso blanco, donde el noto que estaba totalmente depilado, ya no podía echar para atrás, así que le deje, y me dijo.

– Esto se lo dejaremos a tu marido, que estrene algo, pero mira como me has puesto

Cogiendo mi mano y poniéndosela en todo su paquete, por encima del pantalón que se diferenciaba su tranca, larga y gorda, le dije que así no podía salir allí fuera, lo agarre de la mano y lo metí en los WC de hombres, Martha se quedo en la puerta por quien pudiera venir, y en un reservado, me senté en la taza y le baje la cremallera, menuda tranca tía, no me podía imaginar con todo eso en la boca, el por su parte quiso tocarme y le di mis pechos, que se los comió enteros, mientras yo intentaba subir y bajar su piel, lo mire a los ojos y acerco su cara a la mía, me escupió en mi boca que le di abierta creyendo que quería besarme, pero después de escupirme me dijo métetela en la boca, que sabrás lo que es cava del bueno…….

Yo estaba a cien, y tuve que hacerme un masaje, mientras tanto en la puerta estaba Martha vigilando que no viniera nadie, y como era el tiempo de la tarta, todo el mundo estaba pendiente, yo pensé que no tardaría mucho y así fue.

Solo correrse, se subió el pantalón, y la cremallera, ni siquiera se despidió, me dejo excitada y sentada en el WC, Salí detrás de el, con la boca aun llena de semen, y arreglándome el vestido, por cierto las bragas tanga chorreando, Martha me dijo que que había hecho, la mire, me reí, y entonces en lo alto de la escalera, apareciste tu, diciéndome que me diera prisa, que esperaban para sacar la tarta, tal como me acercaba a ti pensé, que a lo mejor se me notaba en la cara, lo acalorada que estaba, pero no solo no notases eso, ni siquiera notaste el sabor de esperma de Carlos, que te pase al meter mi lengua en tu boca, entonces decidí que podía tener dos vidas, una contigo y otra sola, con amigas y amigos.

Yo estaba con la cabeza agachada, y al escuchar esto la mire y le dije.

– ¿Con amigas también?

– Que ignorante eres, ¿crees que una mujer como yo, puede vivir de estar sola con un Hombre?

– ¿Mírate, crees que lo que eres, no se ve a la legua?

– ¿Crees que mis amigas no me lo habían dicho.

Yo no sabia que decir o que contestar, solo sabia que me merecía aquello, por haberla mentido mientras estuvimos casados, y que no sabia si ciertamente era sumiso, trasvestido, masoquista, maricón, o un don nadie, solo sabia que estaba en sus manos, y que aunque mi estado era humillante, estar así delante de ellas vestido, depilado, no me sentía mal, en mi cuerpo corría un cosquilleo como de excitación, pero sin tener erección, tal vez por las masturbaciones a las que había sido sometido, y aunque se que mi cuerpo no es nada femenino, no sentía que me quedara mal la ropa, es mas me sentía hasta guapo, tal vez por esa mujer que dicen que todos tenemos dentro y que en mi estaba despertando.

4-Capitulo-4

Mi día mas humillante

Estando en el trabajo, liado con mis cuentas y ocupaciones, vestido de hombre, pero con mi ropa interior femenina como prometí a Silvia que aria siempre, y que ella se encargo de que así lo cumpliera, ya que tiro toda mi ropa interior de hombre, sonó mi teléfono móvil, mire quien llamaba y era Silvia, siempre que ella me llama, trato de que no haya gente a mi alrededor, mas que nada por si me pone en algún compromiso, si estaba con amigas o amigos, le gustaba que les dijera lo sumiso que soy o incluso le confirmara lo maricona que ella me hacia sentir, descolgué y me dijo….

-Quiero que esta tarde, después de tu trabajo pases por el local de Martha, que te revisara tu depilación, y que le hagas caso en todo, lo entiendes?

Solo le dije que si… y colgó, así sin mas

Durante toda la mañana me estuve rompiendo la cabeza, el porque hoy, el porque así de repente, que es lo que pensaba hacer, pero era tontería pensar mas en ello, así que decidí seguir con mi trabajo y concentrarme en él.

Cuando se hizo la hora, salí del trabajo y me dirigí directamente al local de estética que tenia Martha, al entrar, habían unos 6 tocadores los cuales 3 estaban ocupados por clientas, y habían cuatro chicas que atendían a dichas clientas, así como alguna otra chica más en los apartados donde hacían uva, depilaciones, o maquillaje, además de mas complementos femeninos, masajes etc

Ví a Martha en el fondo, con su dedo índice me señalo que me acercara a ella, y ella delante de mi bajo por unas escaleras a un sótano, en el que estaba una chica a la que me presento como Susana, que estaba con una media sonrisa entre irónica, y maliciosa, y a esta le dijo, este es la maricona que te decía, y se echo a reír, Me mira Martha de nuevo y me dice muy seria, – ¿A que esperas para desnudarte? Agache la cabeza y comencé a hacerlo, solo pensando en la cara que tenia Susana seguramente riéndose, y soltó la carcajada cuando al bajarme los pantalones vio mi tanga muy femenino con puntilla, de color rojo y negro, la mire sin querer, y vi que se tapaba con la mano derecha la boca, mientras no paraba de reírse, y le decía a Martha, – Ahora si que me lo creo, no lo parecía de entrada, y siguió riéndose cuando vio mi sujetador, se acerco a mi, diciéndome, esto a ti no te es útil, a lo que respondió su amiga y jefa, que me tendría que acostumbrar a él, quien sabe si algún día me operaria de los pechos, me lo hicieron quitar todo menos el tanga y tumbarme en una camilla mirando al techo.

Claro esta que a esas alturas, con dos chicas delante jóvenes y atractivas yo aun siendo sumiso, me podía excitar, y así fue, Martha se enfado mucho, Susana se quedo como admirada y riéndose, señalando a mi pene dijo – ¿Y eso? – Eso es que es un mal educado añadió Martha, pero yo lo curo enseguida, quieres que te ordeñe? No conteste, y de una bolsa que me era familiar y era grande saco una especie de masturbador de hombres, es como una imitación de vejiga femenina me ataron las manos por debajo de la camilla y seguidamente Susana me unto mi pene de algo parecido al aceite, era el que usaban para los masajes, eso si sin quitarme el tanga, una chica a la que no conocía me estaba masturbando, y yo no podía para de mirarla a la cara, Martha se enfado y me vendo los ojos.

Ya no podía moverme ni ver, pero sentí como Susana aparto sus manos y me ponían aquel artefacto en mi pene que comenzó a subir y bajar poco a poco, y cada vez mas deprisa, hasta que me corrí, pero ellas no lo dejaron aquí, siguieron con esa maquina mas deprisa, les suplique que me hacia daño, y entonces algo me tapo la boca era una especie de consolador al que ataron alrededor de mi cabeza, y que impedía que los sonidos de mi voz salieras, escuche como alguien subía o bajaba las escaleras y reconocí que era que bajo otra chica por las risas, y que imagine que también me toco por mi parte mas sensible, me volví a correr, y me hicieron repetirlo dos veces más, hasta que ya no se podía poner dura, entonces entre las tres me pusieron un cepo, y estando así, note en mi pecho el calor de la cera, mientras una de ellas se acerco a mi oído y me susurro, – ya no eres tan macho jajaja,-

Después del pecho las piernas por delante, los testículos a cuchilla, cosa que debieron hacerme algún corte, ya que me escocia, y cuando esto ocurría, ellas se reían, ya que después de cada corte echaban un poco de alcohol para evitar infecciones, y eso a mi me escocia mucho retorciéndome.

Me dieron la vuelta, eso si no me quitaron ni la mordaza, ni el cepo, y comenzaron por los brazos, y después las piernas, dejaron para el final las axilas, y como solía usar pelucas, también la cabeza fue rasurada, estaba escocido totalmente, dolorido, y cansado, pensé que ya había pasado todo, que me vestiría y me iría para casa, pero no era así, Martha entonces me informo, que le había dicho Silvia que hoy quería que no solo saliera del local depilado, sino totalmente feminizádo, y que ella estaría en la puerta esperándome, claro que para cuando terminaran conmigo seria de noche, pero para mi seria muy temprano para salir a la calle vestido de mujer, ya lo había hecho otras veces, pero a partir de las 12 de la noche.

Me quitaron la mordaza, me desataron de la camilla, y quitaron el cepo para repasar alrededor si quedaba algún pelo, al terminar el repaso me echaron colonia femenina, que no por ello me escoció menos, y me sentaron en una silla.

Comenzaron a maquillarme, a ponerme la peluca, las uñas postizas, (Por cierto las pegaron con pegamento súper fuerte) pintarme las de los pies, los zapatos con tacón de aguja de 15 cm de altura, unas medias, ya que tenia muy enrojecida la piel de las piernas una minifalda floreada entre negra y roja, con tonos verdes y amarillos, escondiendo mi cepo, y mi mal tratado sexo, un corssette muy apretado en la espalda, con relleno en los pechos y una blusa que lo tapaba, toda mi ropa la había traído antes Silvia, en la bolsa que a mi me sonaba, también unos pendientes, pero se había equivocado estos eran para poner con agujero en las orejas y yo no los tenia hechos, Martha los miro y dijo, eso no es problema, y con unas agujas en unos segundos estaban hechos, sentí como aquellos aros pesaban y tiraban hacia el suelo colgados de mis orejas, y decidieron que estaba lista….

Subí las escaleras con ellas detrás mirándome el culo, y riéndose, a la vez que me decían que lo moviera más, me colgué un bolso al hombro, en el que habían los distintos artilugios que habían usado para inmovilizarme, además de un par de conos, también un neceser de maquillaje, así como dos tampones, dijeron que las mujeres no salen de casa sin el.

El salón estaba mas lleno de mujeres, y yo tenia que pasar por medio, decidí hacerme pasar por un travesti, al fin y al cabo eso es lo que era, así que le eche morro y pase, para risas de algunas, admiración de otras, e indiferencia del resto.

Llegando a la puerta vi. que esta Silvia de espaldas hablando con alguien, yo no deseaba mas que llegar a ella, saludarla, y subirnos al coche para ir a casa y allí sentirme mas tranquilo, pero nada de eso ocurrió.

Cuando llegue a su lado y dije Hola, mire con quien hablaba y me quise morir al momento, no podía creérmelo, delante de mi estaba a menos de un metro Raquel, la chica que había sido para mi como una hermana pequeña, a la vez una de las chicas mas guapas que yo había conocido, y que Silvia sabia que yo desearía que fuera la ultima persona sobre la tierra que yo deseara que se enterara de mi sumisión, pero allí estábamos los tres, y yo vestido totalmente de mujer.

Por su reacción, vi. que Silvia no le había dicho nada de mi, de mi feminización, ni de mi sumisión, se echo a reír apartándose Silvia para que Raquel me viera bien, me tomo de la mano esta para que me diera una vuelta, y dijo…

-Esto que es un disfraz, si no es carnaval, o es una broma….ah ya que vais a una fiesta de esas especiales?…

Silvia me miro y me dijo, -Anda díselo, no la dejes en ascuas, yo prometí no mentir, y no lo hice, en voz muy baja dije que era que me feminizaba, y que Silvia me ayudaba, me hizo repetírselo, porque no lo escucho bien, o no creyó lo que escuchaba, así que se lo repetí, siguió riéndose y afirmo, – Me estas diciendo que te vistes de mujer por gusto? Que eres uno de esos……Asentí con la cabeza a la vez que la agachaba, mas que nada para esquivar su mirada que por otro lado me encantaba, pero no vestido así, para ella yo era un hombre de pies a cabeza, y jamás hubiera pensado ella que yo saldría a la calle así vestido, y menos diciendo lo que le dije.

Estando en ese punto Silvia entro en la conversación diciéndole – Si hija si, ya ves, así me sorprendí yo cuando me lo encontré un día en casa vestido con mis ropas y me confeso ser maricona, y que le gustaba vestir de mujer, por eso nos separamos, eso si lo aprecio, y le ayudo a ser lo que desea ser.

Se imaginan mis sentimientos de sentir a Silvia mi ex mujer, Hablando así a Raquel la chica que para mi es como una musa, de intocable y de guapa, delante de mí, y yo así vestido en la calle, a poco más de las 22h de la noche.

Raquel cambio su mirada poco a poco, de la sonrisa paso a una mirada de desagrado, casi de asco, y Silvia lo suavizo diciendo, por que no nos tomamos algo en un bar, a lo que Raquel salto, diciendo…-Con este así vestido? Que asco, yo ni a la esquina,

-Silvia añadió- Va tonta no te lo tomes así, no pasa nada.

-Raquel- ¿Qué no pasa nada? En una semana paso de ser la novia de un chico, al que creo fiel, a verlo morreándose con mi mejor amiga, después lo dejo y me consuela Yolanda y termino con ella en la cama, me quiero hacer una imagen de mi hombre perfecto porque no quiero ser lesbiana, y me imagino a este (Señalándome a mi) como un tío de pies a cabeza, y hoy lo veo así., vestido de……

-Silvia- Dilo sin miedo, de maricona,

-Raquel- Eso…de maricona, míralo, que asco, además yo lo tenia como un hermano mayor al que a muchas chicas nos gustaría tener, ya me entiendes…..Silvia, y que me encuentro que hasta el es falso, que asco.

Silvia dijo…. Mira Raquel, un Bar, nos sentamos y tomamos algo si?, bueno respondió Raquel, por ti, por lo mal que lo estarás pasando, así te desahogas conmigo.

Silvia se rió y le dijo, -Mal?, si tal vez sea lo mejor que me ha pasado, mira, ahora tengo libertad de ir con quien quiera, cuando quiero, y donde quiero, si paso un mal día, me desahogo con él.

Raquel- ¿Cómo que te desahogas con el? Aun le haces el amor?

Silvia- Jajajaja, no hija no, pero se deja hacer de todo, así que si, me han dado por saco en el trabajo, me voy a su casa y le doy a él.

Raquel- ¿Lo dices en serio? ¿ como?

Silvia- con juguetes que compré, como consoladores bolas chinas…

Raquel-¿Pero eso no es para mujeres?

Silvia- Míralo, ¿que crees que es? Jajajaja

Además, siguió Silvia, no soy yo sola quien lo usa así, tengo un par de amigas que además de usarlo, lo tienen de criada cuando me lo piden, aunque aun le cuesta ir por la calle vestida de putita …

Raquel- Ya lo veo, que no levanta la cabeza, y que esta colorado, si…

Silvia le dijo a Raquel

– Así que eres lesbiana?

– Bueno mas bien creo que soy bis, pero no me desagradan las mujeres, y mas después de lo que veo.

– Silvia – estoy por darte un beso.

– Raquel, no te cortes, siempre me pareciste guapísima.

Silvia no se lo pensó, y delante de mi se dieron un beso de esos que llaman de tornillo, y al terminar me miraron y Silvia me dijo, que envidia te he de dar no?, a lo que asentí, y Raquel contesto, pues como no me comas el culo, creo que no tendrás nada mas de mi, y las dos se echaron a reír, Silvia añadió, si eso lo hace bien, mover su lengua en el culo o en el coño, a mis amigas les encanta, es un come coños, y será un buen chupa pollas, ya lo veras…con el tiempo, se que le gustará.

Decidieron seguir echándose piropos, la una a la otra y llegaron a un punto que creía que se habían olvidado de mi, hasta que Raquel dijo, por que no seguimos en tu casa?, Y Silvia Le contesto…y este?.

Raquel – Que se coja un taxi y se marche a la suya a pajearse, jajaja

Ya la has oído vete a tu casa, a lo que le conteste ¿pero como? No tengo dinero para un Taxi, pues andando, estamos a una media hora a pie, Y Raquel dijo, pues como no le hagas una mamada al taxista , no se…. Jajajaja, dicho y hecho pasaba un taxi y Silvia sin pensarlo lo paro, y le dio mi dirección, me subí y arranco, cuando se había marchado lo suficiente, le dije al Taxista que parara, que no tenia dinero y que era una broma de mis amigas, paro y me baje, pero no se que fue peor, ya que el hecho de tener que andar durante media hora, por calles transitadas por todo tipo de gente, tendría que aguantar de todo…

Así fue, me dijeron desde piropos hasta insultos pasando por la indiferencia que era lo que mas agradecía de aquellas personas con las que me cruce, y pensando que vergüenza como me encontrara a alguien conocido,y todavía mas si era alguna mujer, ya que a mi me gustan las mujeres, aunque a estas alturas casi se puede decir que ya dudo de mis gustos sexuales, viéndome como me veo en la calle.

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