Y cuando crees que en tu vida ya no puedes llegar a hacer nada mas humillante o degradante, me conoces a mi… y te hago ver que aun queda mucho por descubrir, que puedes llegar a ser mucho mas pelele, mucho mas humillado, vejado y usado. Esta vez te convertí en lo que desde el minuto uno sabia que necesitabas, has nacido para ser puta y sin duda me estas demostrando, que como bien sabia, yo nunca me equivoco.
Tu evolución esta siendo maravillosa, perfecta, tal cual la tenia planeada, pero por supuesto, aun no ha acabado, todavía te llevare un paso mas lejos… aunque tu aun no lo sabes.
Aquí os dejo la historia de mi putita, contada de primera mano por ella:
Adiestramiento a una zorra… su evolución
Resulta difícil comenzar a escribir este relato, difícil por lo duro al verte reflejado, al desnudarte ante desconocidos enseñando tus vergüenzas y tu evolución hasta un punto al que jamás habrías pensado que caerías… pero al mismo tiempo sabes que no hay opción. Porque le perteneces.
Para comenzar este relato habría que remontarse al comienzo, hace algo más de un año:
Llevaba varios años fascinado por la dominación femenina. Pensaba día y noche en videos cada vez más bizarros con los que me la cascaba, le daba vueltas y vueltas a qué supondría denigrarme hasta esos puntos y perder mi libertad, pero lo hacía siempre confiado, pensando en que solo eran unas pajas y que yo JAMÁS lo viviría más allá del puro teatro.
Y sin embargo fue en esa época cuando la contacté, vi su web por casualidad y supongo que como a todos me atrajo su actitud y su firmeza. Justo por entonces había leído sobre los videos de CEI (instrucciones para comer tu lefa) y me animé a pedirle uno, un simple capricho, un primer contacto. Pero a ese primer video le siguieron más y Ella solo tuvo que dejarme aumentar mi curiosidad hasta que llegase la primera sesión de Whats’app.
En esa sesión di un paso más, como muchos otro sumisos había fantaseado imaginando mi primera sesión de sumisión y había pensado en mis límites absolutamente inquebrantables, unos que jamás sobrepasaría. Ella solo necesitó esa sesión para romper el primero a los diez minutos de sesión, con una simple orden me follé el culo con un consolador y luego me lo llevé a la boca con restos de mis propias heces. Si no fuera por el anonimato que Ella me permite conservar, moriría de vergüenza al decir esto públicamente. Pero la realidad es que lo hice, Ella lo sabe y ahora vosotros también.
Las sesiones se sucedieron y fantasías que no se me habían pasado por la cabeza comenzaron a aflorar. Es importante decir que soy el típico chico joven de 32 años, alto y algo gordito, pero incapaz de meter ficha a una chica. Tal es así que solo he follado una vez en la vida y a estas alturas tengo asumido que no lo volveré a hacer. Supongo que eso facilitó el trabajo a mi Ama y ya era yo mismo quien le pedía que se cebase comiéndome la moral, que me anulase hasta tal punto que me entregase a Su voluntad, cosas que escribo ahora mismo y me suenan increíbles pero que afloraban con una sencillez pasmosa cuando Ella simplemente me escribía una palabra en Skype.
Ahora me doy cuenta de que Ella sabía mucho mejor que yo cómo manejarme, cómo ir sometiéndome muy poquito a poco sin que me diese ni cuenta. Todo hasta llegar al punto en que me encuentro.
Fue en mayo de 2019, tras varios meses sin contactar ya daba por superada esa etapa pero en el fondo era un ingenuo. Seguía patéticamente solo en mi piso, incapaz de quedar con ninguna mujer cuando me vinieron a la cabeza las charlas con mi Ama y corrí a disculparme por mi ausencia. Seguro que ella supo al instante que me tenía en Sus manos. Tributo y al whatsapp. Pero esta vez la cosa fue a más, me propuso quedar con una travesti y que me follase. ¿No quería sexo? ¿No quería follar? Pues toma, así es como iba a follar tras años sin ser más que el amigo simpático de cualquier chica que he conocido.
Y así ocurrió, tal como lo relaté en mi otro relato “Nacimiento de un loser”. Sin embargo, lo que podría haber quedado como una experiencia sexual diferente no se cortó ahí y es aquí es donde uno ve como el Ama va varios pasos por delante suya ya que mi Dueña me lo dejó muy claro:
Era todo verdad, había actuado con docilidad, sin más, dejando que me guiasen y ofreciendo mi culo con miedo y timidez. Pero Ella no me quería así, ella quería que me transformase en una auténtica puta y eso supone arrastrarse suplicando polla, excitar a la otra persona hasta el punto en que desee reventarte esa boca babeante con la que estás haciendo que se hinche su polla. Eso deseaba mi Ama y eso tendría que cumplir, esa tendría que ser mi transformación, de sumiso maricón a zorra de primera.
Y así llegamos a la fecha actual, ayer fue el día y hoy escribo sentado sobre un cojín para mitigar el dolor.
Fue en un apartamento en uno de los edificios más altos de Plaza de Castilla, el final de un pasillo oscuro, al otro lado de la puerta 517. Ella me esperaba de cuero, ya sabía a lo que venía ya que le pedí claramente que me hiciese sentir una puta barata. Sonrió al verme y me puso de rodillas. Sin ella pedírmelo le besé los pies y fui subiendo por las piernas.
–Mas rápido maricón– Dijo ella
Y me encontré con una polla flácida en la boca. No sé si por la costumbre de ver la mía tan patética pero la realidad es que aún flácida me pareció un pollón muy grande. Sentí como crecía en mi boca ya que ella no me dejaba apartarme salvo para coger una pequeña bocanada de aire. Al poco rato estaba grande y dura.
La trans me cogió del cuello y con facilidad me tiró a la cama. Puse mi mejor cara de zorra, sabía que tenía que ponerla cachonda para que me violase como mi Ama había pedido y me respondió con un salivazo en la cara. Sin dejarme limpiarlo me llevo la cabeza con violencia de nuevo a su polla y volvió a darme rabo. Esa vez sin embargo frenó un poco para encenderse un cigarro, a lo que yo aproveché para salivar a fondo y jugar con el capullo mientras alternaba con miradas que sacaban la mayor zorra que nunca me había poseído. No se acabó el cigarro, me agarró la cabeza y me folló la boca con dureza hasta que me salió la primera arcada. Entre risas, me recolocó con mi cabeza colgando de la cama y se puso sobre ella, en esa posición estaba totalmente indefenso y a su merced, la polla entraba hasta la garganta con facilidad y no tenía forma de resistirme si no era porque ella decidiese darme un respiro. Las arcadas siguieron y la saliva corría por mi cara. Y ahí fue cuando ella decidió que estaba preparada y sometida. Y me puso a cuatro patas.
No voy a decir que tenía el pollón más grande del mundo pero sin duda llegaba a los 20 centímetros (21 según el anuncio). Empezó con cuidado, apiadándose de mi culo tan sumamente estrecho pero incluso así sentí un dolor brutal, ¿cómo me iba a entrar todo eso?
Viendo la situación decidió ofrecerme algo que nunca antes había probado, POPPERS. Jamás en la vida había tomado drogas, ni si quiera un porrito, pero sabía que el “no” era inútil, porque al salir tendría que dar explicaciones a mi Ama, así que inhale fuerte y volví a ofrecer culo. Esta vez dolió menos, pero entró el capullo, y comenzó a empujar poco a poco. Tras un par de minutos de gemidos de zorra me encontré con el pollón entero en mi culo. ¡Y parecía imposible! No solo eso sino que tras ese dolor inicial lo estaba empezando a disfrutar, era una sensación placentera el sentirme lleno y bombeado, y ella debió notarlo porque comenzó a acelerar el ritmo.
Estaba totalmente fuera de mí, no sabía si del popper o de la situación pero en mi cabeza solo podía escuchar a mi Ama ordenando que ARDIESE. Y eso hice, comencé a mover mi culo y a gemir pidiendo más, y la trans respondió. Me dio la vuelta y con mis piernas sobre su cabeza me la volvió a clavar y esta vez empezó a darme duro, MUY duro, a gran velocidad mientras veía las estrellas.
Metérmela dentro no era jodido, pero en esa posición cuando llegaba a la máxima profundidad sí que dolía de narices. En condiciones normales habría pedido parar pero sabía que no tenía libertad para ello. Así que cerré los ojos y supliqué que me follase duro.
Perdí la cuenta del tiempo, volví a las cuatro patas sobre un sillón, de lado en la cama, de pie frente al espejo… ya solo andar me costaba pero la trans sabía cómo exprimirme al máximo y alternaba las folladas de culo con violaciones en mi garganta hasta la arcada. Fue algo más de media hora pero para mí podrían haber sido dos horas. Acabé en la ducha limpiándome de arriba abajo y sintiéndome una total y absoluta puta.
Han pasado 24 horas y no dejo de revivir lo ocurrido, siento que no hay vuelta atrás, que he dado un paso de los que te rompen por dentro, un paso del que hace poco más de un año me habría reído recordando mis límites y pensando que esto era solo teatro. Pero no lo es, lo que hace mi Ama puede ser simpático, un juego de primeras, pero es dominación mental pura y dura y la pedí yo voluntariamente, la supliqué, la deseé y ahora tengo lo que deseaba. Siento que no hay vuelta atrás y mis manos están atadas, soy la puta de mi Dueña, de mi Ama Soniara a quien le debo TODO lo que soy. Y mi mente le pertenece cada día un poco más.